Hoy ha sido un día bastante agridulce. No quería pensar en esta fecha de una manera triste, sino todo lo contrario, alegrándome de estar vivo y pensar en todo lo que me queda por hacer.
Pero la maldita alarma del móvil me ha pillado desprevenido y me ha anunciado el que sería el cumpleaños de mi amigo Marino. Sabía la fecha, pero pensaba tomármelo con más calma.
Durante todo el día he funcionado con un nudo en el estómago que no te deja estar al 100%. Y es que no creía que se pudiera echar tanto de menos a alguien.
Me ha encantado ver como mucha gente le ha felicitado en su facebook. Yo no he podido porque el muy cabrito no me acepta la solicitud de amistad, jejeje, será para putear. Y he pensado en que debía escribir algo sobre él.
Porque hemos hablado muchas veces de lo injusto que es que se haya ido, pero yo creo que lo verdaderamente injusto es que no se le haya reconocido mientras vivía lo gran persona que era y sobre todo su gran profesionalidad.
Desde el punto de vista personal no me veo en la necesidad de hablar, porque todo aquel que lo conocía ya sabe como era. Y el que no lo haya conocido ¡ajo y agua!
Pero desde el punto de vista profesional creo que el sector de habas en el que nos encontramos no supo reconocer el trabajo que hizo. Ya que por muchos grandes empresarios que tenga este sector, muchos grandes presenters, muchas grandes estrellas y “pseudo-científicos”, sinceramente creo, con la comodidad que me da el tener un negocio desde hace 10 años, que no han demostrado tener ni puta idea.
No me cansaré de repetirlo cada vez que tenga la oportunidad: No llegamos ni a un 15% de la población, cuando debería estar consumiéndonos un 95%. Y con sus grandes ideas no veo que vaya a cambiar esto mucho. Quitándonos unos a otros los clientes, sacando actividades cada vez más duras, más técnicas y más aburridas.
Marino sabía perfectamente cuál era la línea a seguir (muy utópica, por cierto): Hacer feliz a la gente – ni salud, ni fuerza ni leches. En cualquier momento del día llueva, nieve o granice. Y esa era su profesión y su manera de vivir. Todo era humor, cachondeo, bromas e intensidad. Él conseguía que cada momento a su lado fuese una experiencia. Y eso es lo que debería hacer este sector.
No era famoso en el sector, nadie le llamó para dar una charla en ningún INEF, ni en ningún Master en Gestión, ni se le reconoció abiertamente, pero él tenía la clave y era de lo mejor del sector del fitness patrio.
Por eso el mejor regalo que puedo hacerle en su cumpleaños es renegar de este sector anquilosado y crearme el nuestro propio, el que siempre hemos soñado con tener y que ya diseñamos hace tiempo. El sector del Felizness, o Funness o como se llame. Y desde aquí quiero invitar a que forméis parte de él a todos aquellos que hacéis algo original, que aportáis algo a alguien, que os da igual lo que digan los demás, que sabéis que se puede hacer diferente, que priorizáis una sonrisa a un “incremento del 10% en el pulsómetro”, que queréis a las personas sobre todas las cosas, que os reís hasta en un entierro, que sabéis que la mejor manera de recordar a un juerguista que ya no está es de juerga… Que sois en definitiva personas que merece la pena conocer.
Vuestro trabajo es cojonudo y desde aquí os quiero felicitar. Para que no vuelva a pasar la injusticia que pasó con Marino. De ahora en adelante desde este recien formado sector reconoceré con nombre y apellidos a todos aquellos que verdaderamente se lo merezcan (les entregaré un Marino, jajajaja).
Dedicado a todos aquellos que os habéis quedado.
P.D. Marino, cabrón, agrégame al facebook!
23 de junio de 2010 a las 8:51
bueno...has hexo llorar a alguien más recordando..aunq también te diré que he terminado con una sonrisa, como no podía ser menos, hablando de él!
Una vez más me uno al felizzness!!!un beso grande y cuidate Diego!
23 de junio de 2010 a las 10:54
Qué bonitas palabras... Espero que entre todos podamos difundir aquello que él ya creó en su día. Un beso enorme!!!
PD: Me acuerdo de tantos momentos juntos... lloro pq le hecho de menos, pero es que con él todo eran bromas, risas y acabo riendome sola... mi marido a veces me pregunta... de qué te ries? Y cuando le explico... Madre mía recuerdo como si fuese ayer la que se montó aquél fitness cambri que llovió para el playaerobic... Qué buenos momentos!!!
23 de junio de 2010 a las 11:18
Have Fun... Get Fit ;)
A mi el "chungo" me vino en el partido de Suiza-España, con todas las coñas de hace un par de años de los suizos. Sé lo que era Marino para ti y, efectivamente, un "personaje" de los que hacen falta 20.000 en este gremio. Nos vemos en nada!
3 de julio de 2010 a las 11:41
Me han encantado tus palabras!!La sinceridad y la humildad es lo último que debemos perder. La lástima es que no se reconozcan a todas esas personas que practican el Felizness hasta que dejan de estar. Un 10 para ti Diego!! Aunque nos separan unos km de distancia ya sabes que te quiero un monton. Seguro que Marino está orgulloso de ti y de toda la gran familia que ha dejado mas unida que nunca. Un abrazo!!!