DSC01206 Una de las cosas que más me llama la atención de un sector cómo el nuestro es lo poco claro que tenemos cuál es el perfil profesional que deben tener nuestros técnicos de actividades dirigidas y de sala.
Hay personas que me consta que hace tiempo que investigan sobre este tema. Pero, o bien no han llegado a una conclusión válida o bien no la están sabiendo transmitir.
Respecto al perfil profesional de nuestros técnicos tenemos una disparidad inmensa, tantas cómo escuelas de formación, franquicias, programas y materiales existen. Éstas van desde un extremo: Nuestros técnicos de sala y actividades dirigidas deben saber de todo (anatomía, fisiología, entrenamiento, marketing, medicina deportiva…); hasta el otro: Ser meros actores (dicho recientemente por el creador de los exitosos BTS).
Nos gusta tanto complicar las cosas que los árboles no nos dejan ver el bosque.
Mi humilde opinión es que es algo tan sencillo como que nuestros técnicos en actividades dirigidas y nuestros técnicos de sala deben ser eso, simples y sencillos técnicos en actividades dirigidas y de sala.
La explicación es tan sencilla que me asusta sobremanera que el sector no haya sido capaz de comprenderlo, y que se esté forzando a la administración a legislar en un sentido muy alejado de lo expuesto en el párrafo anterior.
Los conocimientos tanto teóricos como prácticos que tiene un médico, un psicólogo, un experto en marketing, un Licenciado en CAFD, etc. valorados en horas son tan desproporcionados sobre las horas de formación que tiene cualquiera de nuestros técnicos, que abruman. Me revuelvo al ver como determinados ponentes incitan a los usuarios a denunciar a sus profesores de Pilates por no conocer la existencia de la gimnasia abdominal hipopresiva (por ejemplo), o al ver cómo se le exige a un técnico en Aeróbic (curso de máximo 120 horas) conocimientos dignos de un fisioterapeuta (más de 5000 horas).

No es serio ni mucho menos lógico. Es cómo pedirle a un mecánico de automóviles que arregle los problemas de un reactor espacial.
En el otro extremo nos encontramos con gerentes que, deseando tener ingenieros astrofísicos trabajando en su centro impartiendo Spinning y cobrando por convenio, se frustran, imponiendo un nivel desproporcionado que obviamente los técnicos no son capaces de alcanzar, y acaban creyendo que son simples operarios, cuya única virtud es saber memorizar y escupir coreografías prediseñadas.
En mi opinión: ni un extremo ni otro, y el término medio tampoco. Es otra concepción: que el técnico debe ser un experto en su área, y ya está. ¿Tan difícil es de entender?
Un técnico de Pilates debe conocer todo sobre el Pilates. A nivel conceptual deberá conocer todos los ejercicios, las progresiones, las transiciones, alternativas, los materiales… Y a nivel práctico deberá conocer todo aquello que concierne al desarrollo de la sesión y a la consecución de los objetivos. Deberá desarrollar todas las estrategias necesarias para afrontar posibles incidencias que se presenten en la sesión. A nivel práctico se hará especial hincapié, ya que es una profesión claramente pragmática.
Hoy por hoy, miles de técnicos de actividades dirigidas se colocan al frente de miles de grupos de personas y las dirigen, motivan, machacan, enganchan… todos los días y varias veces al día.
El sector hace que estos técnicos, que podrían conocer tan bien su trabajo, se dispersen y frustren (todos los días, también) buscando una excelencia que nunca llegará porque va en una dirección equivocada. No somos médicos. No somos actores. ¡Somos lo que somos! Ya se nos llame técnicos, instructores o monitores.
Indudablemente todo centro debería contar con asesores expertos en las ramas que conciernen al sector. Un equipo multidisciplinar que asesore a estos técnicos en las dudas relacionadas con su campo de actuación (médico deportivo, psicólogo, fisioterapeuta, dietista…). La financiación es fácil: dejemos de gastar dinero en inútiles campañas de marketing indirecto que ya no funcionan* y desviémoslo hacia este departamento.
Son expertos porque se dedican a lo suyo. Dejemos pues que los técnicos disfruten por fin de su trabajo. Dejemos que se dediquen a lo suyo, y que se conviertan en los mejores técnicos que podemos tener: Expertos en su área.
Estos técnicos “expertos” estarán al día de las muchas actividades y tendencias nuevas que surgen en el mercado (que aunque muy poco originales la mayoría, surgen a una velocidad vertiginosa) y las deberán profundizar para introducirlas en los centros.
Quizás de esta manera conseguiríamos una menor rotación de trabajadores, y una menor rotación de clientes. Lo segundo a consecuencia de lo primero (la adherencia al ejercicio regular debería ser el principal cometido de nuestros técnicos, pero eso ya es otro tema).
Quizás así ser técnico de actividades dirigidas podría ser una profesión digna y duradera.
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*Invito a leer “La vaca púrpura” de Seth Godin (Booket) para una mayor explicación de esta afirmación

5 Respuestas a "¿Le extirpo el páncreas o que haga 20 abdominales más?"

  1. gravatar Frank Dice:

    Yo no lo hubiera explicado mejor Diego.

    Un abrazo!

    "La meta no es lo importante sino lo vivido hasta llegar a ella".

    Frank Fernández

  2. gravatar Gloria Dice:

    Qué razón tienes, Diego... Eres un crack.
    Un besazo!

  3. gravatar Anna Dice:

    Hola me gusta mucho lo que he leido. Eso, dejemos que cada uno se dedique a loq eu le toque a lo que ha escogido.
    Pero por desgracia nos pasamos responsabilidades los unos a los otros, en vez de asumir la que realmente nos toca.

  4. gravatar sergi sanchez Dice:

    una vez mas, no lo podias haber dicho mejor, tienes toda la razon amigo!!

  5. gravatar Diego Dieste Dice:

    Me alegro de que os haya gustado. Espero que la reflexión, que de simple da miedo, ayude a que vaya todo un poco mejor.
    Os invito a difundirla.
    ¡Un abrazo!

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