Mantengo cada vez con más fuerza, que no me acabo de creer la etiqueta de tremendista que se le ha puesto a la crisis económica que estamos pasando.
Es fácil exagerarla, sobre todo cuando va acompañada de adjetivos como mundial o sistémica.

Es obvio que crisis hay: el número de parados es el más alto de la historia, los bancos no dan financiación, muchas empresas cierran, pero no me acabo de creer que sea tan grave como nos la pintan.
A estas alturas alguno de los lectores se estará tirando de los pelos y quizás incluso tenga unas ganas locas de aporrearme la cara si me tuviera delante, pero es que hay unos síntomas que yo no acabo de entender y, cálmese usted y deme la razón, en que los síntomas de una enfermedad están muy claros, y no se suele confundir una miopía con un esguince de tobillo.
Los síntomas que no acabo de entender en esta crisis son algunos de los siguientes por poner un ejemplo (Son de empresas de distintas localizaciones, por eso del desprestigio por mi ubicación):
  1. Departamentos de atención al cliente de algunas empresas: te ignoran, te contestan mal, no te pasan con responsables, te dan largas... Por no hablar de lo difícil que es en ocasiones llegar a hablar con un ser humano.
  2. Los productos que vienen de "Alemania": Ya son varias las veces que he tenido que pedir una pieza a un servicio técnico, o un producto a una empresa especializada y que ante su tardanza me dice que las piezas vienen de Alemania; las debe de traer la caravana de las Indias, porque hace tres meses de una que aún no me ha llegado, y eso que está pagada. Doctortrade.com me mandó un artículo en menos de 24 horas desde Sevilla. Eso quiere decir que medios hay.
  3. Pedidos mínimos: Aún a día de hoy hay empresas que te exigen un mínimo para hacer un pedido. Cóbreme los portes o lo que quiera, pero sírvame. ¿Nadie es capaz de coger ese segmento de mercado que no quiere tanto volumen?
  4. Las webs inacabadas: Hay empresas que en sus webs entras a comprar un producto y tienes que acabar llamando o mandando un email para enterarte del presupuesto y hacer el pedido. Por no hablar de las que no funcionan correctamente. ¡Actualícense!
  5. El yo no lo hago: Otra de las que me vengo encontrando es la de pedir algo que se sale de lo habitual y tener que aguantar la negativa. ¿Tan raro soy? ¿O es que ustedes no se adaptan a su segmentación de clientes?
  6. Emails que se pierden: ¿Dónde irán a parar esos emails que se ponen como excusa para argumentar que algún procedimiento ha fallado y no se ha hecho lo que el cliente pedía?
  7. Redes Sociales mudas: ¿Habéis intentado dirigiros a una empresa por sus RRSS? La mayoría de las que tienen muchos seguidores/fans o no te contestan o no se da por aludidas ante tus comentarios (o te contesta el becario y la lía).
  8. Sin posibilidad de contactar: En otras webs de empresas tienes que navegar un rato largo para encontrar la forma de contactar; o no tienen número de teléfono de contacto, solo un formulario email; o te dejan un foro o unas FAQ para que nos lo guisemos entre nosotros.
  9. ¿Protocolos? ¿Eso qué es lo que es?: Tratas con dos personas distintas y te tratan de dos maneras totalmente diferentes, con productos que parecen ser diferentes, incluso precios diferentes (Sobre todo en las PYMES, pero a algunas grandes también les pasa).
  10. ¿Alguien para trabajar, por favor?: Yo he llegado a ofrecer formación gratuíta y trabajo asociado y me las he visto negras para conseguir a alguien (sin ni siquiera llegar a preguntar las condiciones de trabajo). Pero no es un caso aislado. Muchos colegas de diferentes sectores y localizaciones tienen el mismo problema. Y es más, poder elegir entre varios candidatos es todo un lujo para una PYME (a no ser que seas de construcción). Que tengo ¿que ofrecer mimitos? ¿Que pedir por favor que trabajes para mi?
  11. EXTRA 1- La poca profesionalidad: Voy a un bar/restaurante y en el 80% de los casos no me sonríen, o me sirven mal, o no saben lo que les pido, o directamente la calidad de lo que me ofrecen es pésima, por lo que acabo yendo a lo seguro. Y como yo, otros tantos muchos, por eso vemos sitios que siguen abarrotados (Os dejo una idea al respecto para los desempleados).
  12. EXTRA 2- Servicio mínimo: La frase de "estamos cerrando", o "vamos a cerrar cocina", o "es que hoy no está fulano", me hace mucha gracia. Se piensan que los clientes vamos a decir: "no se preocupe, tranquilo, voy a volver en el horario y momento que a usted le sea más cómodo. E insistiré sobre su producto o servicio hasta que usted tenga a bien vendérmelo".
  13. EXTRA 3- Tiempo de espera: ¿No os parecen eternos algunos plazos de espera de algunas empresas para ser atendidos; o conocer el presupuesto; o una vez contratado, su ejecución?
 Me creeré que las empresas no tienen nada que hacer ante esta crisis, o que los españoles no tienen donde trabajar (y si no estáis de acuerdo os dejo esta otra entrada para que os lo replanteéis), cuando vea todos estos síntomas erradicados de las empresas españolas. Porque entonces, sí no existieran estos síntomas, no tendríamos nada que hacer.

Afortunadamente siguen existiendo, por lo que  me suena más a una excusa para limpiar personal en empresas, tenernos controlados y recortarnos en servicios sociales que a una verdadera ¡CRISIS MONSTRUOSA!

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